Con razón de este Gran Premio les traigo una historia relacionada con él. Como dice el título, cuando David casi logra vencer a Goliat.
Nos trasladamos al año 1990, al mismo circuito de Paul Ricard, que celebraba por última vez (por aquel entonces) el Gran Premio de Francia, antes de pasar al año siguiente al circuito de Magny-Cours. La temporada estaba dominada, como los 2 últimos años, por el duelo entre Ayrton Senna (McLaren) y Alain Prost (Ferrari), quienes se habían repartido todas las victorias hasta la fecha, salvo una victoria aislada de Riccardo Patrese con Williams en Imola.
El brasileño lideraba la clasificación, mientras que el francés, quien estaba en su primer año con Ferrari, venía de lograr una de sus victorias más importantes en México, tras remontar desde el 13° lugar en parrilla. Todo hacía presagiar que en Francia se viviría otra lucha entre McLaren y Ferrari, con los demás equipos como meros comparsas.
Pero no sería así. Aquí aparece nuestro David, el equipo Leyton House. Este equipo era el sucesor del histórico equipo March, quien retornó a la Fórmula 1 en 1987 con Ivan Capelli, campeón de la Fórmula 3000 en 1986, como piloto. A mediados de aquel año, llegó al equipo un tal Adrian Newey (creo que no es necesario presentarlo), quien diseño el March 881. Con ese auto, el equipo tuvo un éxito considerable al año siguiente, con el propio Capelli y el brasileño Maurício Gugelmin como pilotos. Entre ambos lograron 21 puntos, situando al equipo en 7° lugar en el Campeonato de Constructores, mientras que Ivan Capelli finalizó en el mismo lugar en el Campeonato de Pilotos, con un 2° puesto en el Gran Premio de Portugal y liderando el Gran Premio de Japón durante unas vueltas. El año 1989 vería otro podio, esta vez con un 3° para Gugelmin en su carrera de casa, los cuales serían los únicos puntos del equipo. En ese año, los problemas económicos del equipo harían que Akira Akagi, propietario de la compañía de inmuebles japonesa Leyton House (principal patrocinador de la escudería), comprara March, renombrándolo como Leyton House Racing para 1990.
Sin embargo, 1990 empezó peor que el año anterior. El CG901 diseñado por Newey era un auto poco competitivo y Capelli y Gugelmin no lograron clasificarse en 6 ocasiones, incluyendo un doble DNQ en Brasil y en México, carrera anterior a Francia. Como consecuencia, Newey fue despedido, no sin antes hacer cambios importantes en el auto, que serían de suma importancia para lo que vendría a continuación.
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| Leyton House CG901 |
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| Adrian Newey en su época en Leyton House, el principio de su leyenda |
La carrera tuvo un curso normal durante las 30 primeras vueltas, con los Leyton House manteniendo posiciones. En esa vuelta 30, después de que Senna parara en boxes, Capelli y Gugelmin se pusieron 1° y 2°. Todos esperaban que en cualquier momento pararan en boxes a cambiar neumáticos. Sin embargo, esto no sucedió y ambos pilotos se mantuvieron en cabeza. Durante las siguientes 20 vueltas, Gugelmin luchó por mantener su puesto frente al Ferrari de Alain Prost, siendo adelantado por este en la vuelta 54. El brasileño terminaría abandonando 3 vueltas más tarde, a falta de 28 para el final, debido a la rotura de su motor Judd.
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| Largada del Gran Premio de Francia de 1990 |
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| Ivan Capelli delante de Alain Prost. |
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| Podio de la carrera. A la izquierda Ivan Capelli, tras su gran actuación, en 2° lugar |
Por su parte, Ivan Capelli fue fichado por Ferrari para el año 1992, con la esperanza de poder ser el siguiente italiano en poder ganar carreras con el Cavallino Rampante. Sin embargo, la temporada fue para el olvido, sumando sólo 3 puntos y siendo despedido a falta de 2 Grandes Premios. En 1993 fichó por Jordan, participando en los primeros dos Grandes Premios, retirándose en Sudáfrica y no clasificando en Brasil. Tras sendos fracasos, dejó el equipo de mutuo acuerdo, siendo el fin de su carrera en Fórmula 1. Por otro lado, Mauricio Gugelmin seguiría corriendo hasta 1992, para pasar al año siguiente a la IndyCar, donde competiría hasta 2001 y en la que finalizó 4° en 1997.
Esta proeza fue una de las últimas veces que un equipo privado y modesto pudo hacer frente a los gigantes de la Fórmula 1. Una época en la que hazañas así eran posibles, mientras que en la actualidad sería muy difícil imaginarse algo parecido. A continuación les dejo 2 vídeos recordando esta proeza, uno de ellos la carrera completa:
Hasta aquí la historia de hoy, estén atentos a los próximos posts.
Hasta entonces, saludos y pedal a fondo!!!






































