miércoles, 30 de octubre de 2019

Ott Tänak, de desterrado a dominador del mundo

Ott Tänak, campeón del mundo de rallyes 2019. Es algo que se veía venir pero que se terminó confirmando el pasado fin de semana en el Rally de Catalunya. En mi opinión, ganó el mejor. Sus 6 victorias en 13 rallyes (a falta de uno para el final), lo avalan, pero lo avala aún más el hecho de que esas victorias han sido en todas las superficies posibles. La primera en la nieve de Suecia, seguida por las victorias en la tierra de Chile y Portugal, dominando en los rápidos saltos de Finlandia, venciendo por tercer año seguido en el asfalto alemán, y dando un golpe de autoridad en el barro de Gran Bretaña. Y no sólo eso, también logró podio en las difíciles condiciones cambiantes de Montecarlo, en México, y en la superficie mixta de España. Esto demuestra la calidad y lo completo que es Tänak como piloto.


Pero no todo ha sido un camino de rosas para el piloto estonio. Su salto a las primeras planas del WRC fue en 2017, siendo protagonista habitual de los podios, pero su carrera hasta entonces había tenido varios momentos duros. Vamos a hechar un vistazo a cómo Ott Tänak ha llegado a convertirse en campeón del mundo.

Ott Tänak nació el 15 de octubre de 1987 en Kärla Parish, un pequeño pueblo de Estonia. Su interés por los rallyes nació gracias a su padre, Ivär Tänak, quien fue piloto de rallyes en su país y que tras su retiro se volcaría en ayudar a su hijo. Tras correr en rallycross los primeros años, se pasó a los rallyes en 2004 bajo la tutela de Markko Märtin, gran ídolo en el país y figura del WRC en la primera mitad de los 2000.
Con el equipo de Märtin, Tänak se proclamaría campéon nacional en 2008 y 2009. Precisamente en 2009 ganó el Pirelli Star Driver, lo que le dio la oportunidad de disputar el Campeonato del Mundo de Producción en 2010 con un Mitsubishi Lancer Evo X. En dicha temporada logró dos victorias, finalizando el campeonato en 4° lugar.

Ott Tänak tras vencer en la categoría de Producción en el Rally de Gran Bretaña
Para 2011 participó en el Campeonato del Mundo de Súper 2000, con el equipo de Marko Märtin y a bordo de un Ford Fiesta S2000, firmando además un contrato de 5 años con Ford. Tras una gran temporada, llegó a la última prueba en España a sólo 3 puntos de Juho Hänninen. Por desgracia, un accidente en la primera etapa le privó de lograr el título. En la última prueba de ese año, en Gran Bretaña, debutó en un World Rally Car, con un Ford Fiesta del equipo M-Sport Stobart.

Con el Ford Fiesta de S2000, siendo subcampeón de la categoría
En 2012 dio el salto a la categoría mayor, también con un Ford Fiesta del equipo M-Sport. Logró su primera victoria en etapa especial en Suecia y su primer podio en Italia. Sin embargo fue una temporada con muchos altibajos, la gran mayoría debido a su inconsistencia que lo llevaba a cometer errores groseros. Finalizó 8° en el campeonato, pero esto no fue suficiente para mantener su asiento y fue despedido.

Su primera temporada en el WRC con Ford no fue nada buena
Tras encontrarse sin volante para 2013, decidió volver a su Estonia natal. Allí formó su propia estructura, el OT Racing, compitiendo en el campeonato nacional. Allí, con un Subaru Impreza WRX de Grupo N4, estuvo a punto de lograr la corona compitiendo contra pilotos a bordo de vehículos World Rally Car. Al final fue subcampeón general y campeón de la categoría N4. Durante ese año logró recuperar sensaciones y mostrarse más sereno y calmado, puliendo los errores que lo habían alejado del WRC. Aparecía un nuevo Ott Tänak.

En su año "sabático", Tänak recuperó su nivel y, sobretodo, la confianza perdida
Y así logró volver. En 2014 corrió en el WRC-2 con el DMACK World Rally Team a bordo de un Ford Fiesta R5, compaginando con algunas pruebas con M-Sport en la categoría mayor. Finalizó 6° en el WRC-2 (con una victoria en Polonia), mientras que en la general logró sumar 17 puntos y acabar 15°.

Ott Tänak volvió al WRC para quedarse
En 2015 volvió a M-Sport para participar en el campeonato completo con un Ford Fiesta RS WRC, sustituyendo al retirado Mikko Hirvonen. Ahí mostró que no era aquel piloto errático de 2012. Logró un 3° lugar en Polonia y finalizó 10° en el campeonato.
Ese año, durante el Rally de México sufrió uno de los grandes sustos de su carrera. En el tramo Los Mexicanos 1, sufrió un accidente en el que acabó en un lago. Afortunadamente tanto él como su copiloto lograron salir rápidamente del auto antes de que este se hundiera. Ahí va el vídeo:


En 2016 volvió al equipo DMACK, pero siempre bajo el paraguas de M-Sport. Aquel año demostró su mejor nivel hasta entonces, llegando a luchar por la victoria en el Rally de Polonia. En el penúltimo tramo, cuando iba liderando el rally, sufrió un pinchazo, el cual le hizo perder la que hubiese sido su primera victoria. Pero demostró ante todo el mundo su calidad, y su 8° lugar en el campeonato sería un preludio de lo que serían los años venideros.

2016 fue la primera gran muestra de lo que era capaz
En 2017 formó parte del equipo M-Sport, a donde llegó el flamante tetracampeón Sébastien Ogier, tras el retiro de Volkswagen. También cambió de copiloto con la llegada de Martin Järveoja, quien lo acompaña desde entonces. Competir junto a Ogier fue uno de los mayores retos de su carrera, además de aprender mucho y ayudarlo a seguir creciendo como piloto, tal y como demuestran sus resultados. Tras los podios en Montecarlo, Suecia y Argentina, llegó la primera victoria en Italia. A esa se sumó otra en Alemania y, tras dos podios más en España y Australia, finalizó el campeonato en 3° lugar. Había demostrado que estaba en condiciones de pelear el título.

En 2017 llegaron las tan ansiadas primeras victorias
Para 2018 sin embargo, decidió cambiar de aires. Dejó atrás al equipo M-Sport, el que le había dado la oportunidad de debutar y le dio la posibilidad de volver tras su año fuera, para pasar a Toyota. Necesitaba ese cambio para poder luchar contra Ogier con un arma distinta. Y no se equivocó. Logró ganar en Argentina, Finlandia, Alemania y Turquía (las tres últimas de forma consecutiva), y llegó a la última cita en Australia con opciones para el campeonato. Sin embargo, ciertos problemas mecánicos con el Toyota perjudicaron su candidatura, finalizando otra vez 3°.

La primera oportunidad de título en 2018, se escapó al final
Y llegaba el año 2019. Para Tänak el objetivo principal era el título. Tenía la máquina, tenía el talento y, sobretodo, tenía la confianza y seguridad para conseguirlo. Los resultados hablan por sí solos. A falta de una prueba, ha logrado seis victorias en todas las superficies posibles. Ha mostrado una regularidad impresionante, con sólo un rally fuera del top 10 y siendo competitivo en cada uno de ellos. Ni Sébastien Ogier ni Thierry Neuville han podido hacer nada para frenar la trayectoria ganadora del estonio. 

2019, el año de la consagración
Es el gran premio a un piloto cuya carrera no ha sido nada fácil. Comenzó como una gran promesa pero un mal año estuvo a punto de apartarlo para siempre del panorama mundial. Afortunadamente logró recomponerse reinventarse como piloto, demostrando al mundo del rally que tiene la calidad suficiente para hacer historia.
Marido de Janika y padre de dos, Tänak es una estrella en su Estonia natal. En todos los rallyes se observa la marea de hinchas estonios animando y empujando a su ídolo. Tal es su nivel de popularidad que a mediados de año se estrenó una película sobre su vida, con testimonios de todos los personajes clave de su carrera.
Este introvertido y tímido estonio ha conseguido ser el Rey del mundo de los rallyes.

Y hasta aquí otra historia más. Creía conveniente hacerle un homenaje a Ott Tänak tras conseguir su título. Tras muchos años de dominio francés en el WRC, su triunfo es un soplo de aire fresco para el campeonato. Con el objetivo de revalidar su título, con un Thierry Neuville ansioso por sumarse al club de campeones, y un Sébastien Ogier herido en su orgullo, 2020 promete ser un año épico.

Sigan atentos al blog para más historias sobre rally y más disciplinas del automovilismo.

Hasta entonces, saludos y pedal a fondo!!!


martes, 29 de octubre de 2019

FIA Motorsport Games, las olimpiadas del automovilismo

Durante muchos años el automovilismo intentó entrar dentro del programa olímpico. El primer antecedente se remonta a los Juegos Olímpicos de París en el lejano año 1900, aunque no considerado por el Comité Olímpico Internacional como disciplina olímpica. Se celebraron 14 pruebas, cada una correspondiendo a distintas categorías según diversos criterios. La mayoría de pilotos eran franceses, por lo que el país galo copó casi todas las medallas.
En 1936 y 1972 se celebraron eventos independientes de rally en Alemania, siendo la llegada del último en el Estadio Olímpico de Múnich. Unos años mas tarde, en ocasión de Barcelona '92 y coincidiendo con la inauguración del Circuit de Catalunya, se habló de la posibilidad de organizar un Gran Premio Olímpico, lo cual nunca sucedió. Años más tarde se consideró la posibilidad de organizar una competición de exhibición en Sydney con los Lola-Zytek de la Fórmula 3000, con vistas a una competición oficial en Atenas 2004. Esto tampoco vio la luz.

La relación entre el COI y la FIA siempre ha sido bastante tensa. Por un lado, la FIA siempre intentó entrar en el programa olímpico. Por el otro, el COI siempre se mostraba contrario, principalmente por la cláusula que impedía a los deportes con propulsión mecánica ser parte de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, esta cláusula fue eliminada en el año 2007 y, bajo la presidencia de Jacques Rogge y Jean Todt en el COI y la FIA respectivamente, las relaciones empezaron a mejorar. Finalmente en el año 2012, la FIA pasaba a formar parte del Comité Olímpico Internacional, tras firmar la Carta Olímpica.

A pesar de esto, no se ve a corto plazo la posibilidad de que el automovilismo forme parte de alguna edición de los Juegos Olímpicos. La opción más clara para poder realizar el evento sería a través de una competencia monomarca, con autos y motores exactamente iguales- La duda sería en cuanto a los participantes en cuanto a su número y, sobretodo, en cuanto al criterio de selección.

Pero a falta de Juegos Olímpicos, la FIA nos sorprendió a mediados de este anuncio con la creación de los FIA Motorsport Games, la versión automovilística de los Juegos.


La primera edición del FIA Motorsport Games se llevará a cabo desde el 30 de octubre hasta el 3 de noviembre en el Autódromo de Vallelunga, en Italia, y estará promovido por la Stéphane Ratel Organisation, famosa por ser la encargada de organizar la Blancpain GT Series.
51 naciones estarán presentes en esta competición, las cuales participarán en 6 categorías, pudiendo inscribir como máximo un representante por nación en cada una de ellas. Para cada categoría se repartirán medallas de oro, plata y bronce para los tres primeros clasificados y, tal y como sucede en los Juegos Olímpicos, habrá un medallero general. La nación que lidere dicho medallero será la campeona del FIA Motorsport Games y la federación automovilística de dicha nación recibirá un trofeo en la ceremonia de clausura.

Las categorías presentes en la FIA Motorsport Games son las siguientes:
  • GT Cup
Es la categoría estrella, tal y como sucede con el atletismo en los Juegos Olímpicos. Cada nación participante tendrá un auto compitiendo de la categoría GT3, con una pareja de pilotos al volante. Estos pilotos deben tener categoría FIA bronce o uno bronce y otro plata.
El formato consistirá en dos carreras clasificatorias de una hora de duración, con una sesión clasificatoria para cada una. En cada carrera participará uno de los pilotos. Tras estas dos carreras habrá una carrera final, de una hora de duración también, en la que habrá un cambio obligatorio de piloto entre los minutos 25 y 33, y que determinará las medallas. El orden de salida para esta carrera será dado por la combinación de los resultados de las carreras clasificatorias.
Entre los vehículos que podremos encontrar en esta categoría están el Ferrari 488, Mercedes-AMG GT3, Aston Martin Vantage, Honda NSX, Porsche 911 GT3 R, Lamborghini Huracan y Audi R8 LMS. 
En cuanto a los pilotos, destacar la participación de la danesa Christina Nielsen, campeona del WeatherTech Sportscar Championship en la categoría GTD en 2016 y 2017; el suizo Patric Niederhauser, con experiencia en GP2 y GP3; y los turcos Salih Yoluc y Ayhancan Guven, campeones el año anterior de la FIA GT Nations Cup.


  • Touring Car Cup
Esta se disputará con vehículos de categoría TCR, con un piloto por vehículo y por nación, sin restricción en cuanto a la experiencia. El Balance of Performance será aplicado para equiparar las máquinas.
El formato consistirá en sesiones de entrenamientos libres y dos sesiones clasificatorias, que determinarán las posiciones de salida para las dos carreras, la primera de 25 minutos + 1 vuelta y la segunda de 30 minutos + 1 vuelta. Los 10 primeros de la carrera 1 y los 15 primeros de la carrera 2 recibirán puntos, determinándose la clasificación final por la sumatoria de esos puntos.
Entre los vehículos participantes encontramos el VW Golf GTI, MG6 Xpower, Hyundai i30 N, Alfa Romeo Giulietta Veloce, Peugeot 308, Audi RS 3 LMS, Cupra TCR, Honda Civic FK7.
En cuanto a los pilotos encontramos al incansable Tom Coronel, veterano de los Touring Car del WTCC y WTCR; Rory Butcher, vencedor de carreras en el British Touring Car Championship; Luca Engstler, piloto del TCR Europe; Norbert Kiss, bicampeón del FIA European Truck Racing Championship; John Filippi, quien participara en el WTCC y WTCR; y Mat'o Homola, piloto con experiencia en el TCR a nivel internacional.


  • Formula 4 Cup
Se utilizarán los monoplazas construidos por KCMG, los cuales serán los primeros monoplazas híbridos fuera de la Fórmula 1. Se utilizará el sistema de "llegar y manejar", los autos serán operados por el equipo Hitech GP con reglajes idénticos, neumáticos limitados y con información compartida entre todos los pilotos e ingenieros.
El formato consistirá en dos sesiones de entrenamientos libres, una sesión clasificatoria, una carrera de clasificación y la carrera final, la cual determinará el orden final.
Los pilotos participantes en esta categoría pertenecen a los distintos campeonatos de Fórmula 4 de la FIA alrededor del mundo.


  • Karting Slalom Cup
El karting también estará presente, aunque con una curiosa variante, el karting slalom. Los participantes competirán en karts eléctricos idénticos y deberán completar un circuito con obstáculos a una velocidad controlada.
El formato consistirá en carreras paralelas, es decir, dos equipos competirán a la vez al estilo Carrera de Campeones. Serán carreras de relevos, por lo cual habrá dos pilotos por equipo, siendo esta pareja mixta (mujer y hombre). Estos pilotos deben tener entre 14 y 16 años, sin licencia requerida.
Se realizará una sesión de entrenamientos libres el día viernes, con una sesión clasificatoria el sábado, la cual determinará los cruces para el torneo eliminatorio del domingo. Cada equipo deberá completar tres vueltas al circuito, siendo la primera de calentamiento y tomándose el tiempo en las otras dos.


  • Drifting Cup
Probablemente la categoría más espectacular del evento, reunirá a los mejores pilotos de drift a bordo de vehículos como los Nissan Skyline y Silvia, los BMW M3, los Toyota GT 86 y Supra y los Subaru BRZ. 
El formato consistirá en sesiones de entrenamientos y clasificación, donde los pilotos saldrán de a uno. Tras la clasificación serán ordenados en un ranking, donde los 16 primeros clasificarán al torneo eliminatorio donde se decidirán las medallas.


  • Digital Cup
Y, por último, habrá espacio para la forma de automovilismo que más está creciendo en los últimos años, el Sim Racing. Los pilotos se enfrentarán en el videojuego Gran Turismo Sport para Playstation 4, el mismo utilizado para los campeonatos oficiales de la FIA.
La sala donde se desarrollará el evento se compondrá de 12 simuladores. El formato consistirá en una serie de tandas clasificatorias, de donde quedarán los 12 finalistas que se enfrentarán por lograr una medalla.


El día 31 de octubre se celebrará la ceremonia inaugural en la ciudad de Roma, dando el puntapié inicial a lo que seguro será una gran fiesta del automovilismo mundial.
A continuación les dejo el horario para todo el fin de semana:


El FIA Motorsport Games podrá ser seguido de manera íntegra a través de la página web (https://www.fiamotorsportgames.com/), donde habrá un enlace para ver la retransmisión oficial y otro para el Live Timing, y así no perderse ni un sólo minuto de este evento histórico.

Y hasta aquí la historia de hoy. La verdad que estoy bastante interesado en cómo resultará este evento. Creo que es una gran oportunidad para el automovilismo de realizar un megaevento de este estilo, reuniendo todas las categorías posibles. Para el futuro ya se ha comentado la posibilidad de agregar más categorías, con la expectativa de atraer a más naciones y a más pilotos. Estaremos atentos a como se desarrolla y a que nación se coronará como campeona del FIA Motorsport Games.

Atentos que se vienen más historias, la verdad que las ideas van brotando continuamente.

Hasta entonces, saludos y pedal a fondo!!!

lunes, 28 de octubre de 2019

Cuando hacer trampa se convierte en un arte, por Toyota Team Europe

Nos encontramos ante un momento histórico en el WRC. Después de 15 años de dominio de los Sébastien franceses, Ott Tänak logró acabar con esa tiranía y se proclamó campeón del mundo por primera vez con su Toyota Yaris WRC. Un título muy merecido al que creo que fue el mejor piloto este año, y para el cual le quiero dedicar pronto una historia en el blog.
El título lo logró en el Rally de Catalunya, y con motivo de este rally, quiero traerlas una historia que pasó en el mismo Rally de Catalunya pero de 1995. Precisamente el protagonista es el equipo Toyota en su anterior encarnación, el Toyota Team Europe, con una trampa que cambió su destino en los siguientes años.


Para ellos pongámonos en contexto. El Toyota Team Europe, encabezado por Ove Andersson, venía de dominar la primera mitad de los 90. Tras el primer título de Carlos Sainz en 1990, lograron plantar cara a los todopoderosos Lancia Delta y superarlos. A ese título se sumó otro con el mismo Sainz en 1992, mientras que en 1993 y 1994 lograron el doblete de pilotos y constructores, con Juha Kankkunen y Didier Auriol logrando la corona de pilotos. Todas estas victorias fueron conseguidas con el modelo Celica GT-Four, quizás uno de los autos más exitosos del Grupo A en el WRC.

Carlos Sainz en 1990

Carlos Sainz en 1992

Juha Kankkunen en 1993

Didier Auriol en 1994
Así llegaba Toyota a la temporada 1995, como los principales favoritos al título con Didier Auriol y Juha Kankkunen a bordo de la última versión del Celica GT-Four, el ST205. Sin embargo, Subaru ya había mostrado su nivel el año anterior con el Impreza 555 y, con Carlos Sainz y Colin McRae al volante, pretendía inmiscuirse en la lucha por el campeonato.

Subaru era el principal rival de Toyota en la lucha por el campeonato
El año comenzó con los Subaru demostrando el nivel que prometían, mientras que Toyota se encontraba un paso atrás, con una notoria falta de competitividad que alarmaba a Ove Andersson y compañía. Sin embargo, el Celica dio un gran salto en su rendimiento, lo que permitió a Didier Auriol ganar el Rally de Córcega. De esta manera tanto Auriol como Kankkunen se reenganchaban a la lucha por el campeonato, aprovechando las lucha interna en Subaru.
Y así llegamos al Rally de Catalunya, penúltima prueba del campeonato. Juha Kankkunen llegaba en cabeza del campeonato con 62 puntos, seguido por Colin McRae con 55, Didier Auriol con 51 y Carlos Sainz con 50, quedando todavía 40 en juego. Sorpresivamente, Juha Kankkunen se colocaba líder de la prueba en el segundo tramo, imponiendo un ritmo endiablado e imposible de alcanzar para el resto de rivales. Esto fue del todo inesperado ya que, a pesar de ser un cuatro veces campeón del mundo, Kankkunen nunca había mostrado un buen rendimiento en los rallyes de asfalto. A pesar de esta exhibición, Kankkunen abandonaría tras un accidente al terminar el segundo día. Esto daría vía libre al dúo de Subaru para luchar por la victoria, la cual se decidiría con las famosas y controvertidas órdenes de equipo. Por su parte, Didier Auriol finalizaría en cuarto lugar, quedándose así sin opciones de repetir corona. Con los dos pilotos de Subaru empatados a 70 puntos y Kankkunen con 62, se presentaba una última fecha de infarto en el Rally de Gran Bretaña.

Sin embargo una noticia sacudiría el mundo del WRC. Didier Auriol era descalificado del Rally de Catalunya por una infracción técnica. Además, tanto él como sus compañeros Juha Kankkunen y Armin Schwarz eran descalificados del campeonato del mundo, mientras que Toyota recibía una suspensión de un año. 
Pero, ¿cuál era esa infracción técnica? ¿tan grave era para que Toyota recibiera un castigo de semejante magnitud?
Lo que se encontró en el Celica de Auriol fue un restrictor del turbo ilegal. Para aquel año, el reglamento del WRC introdujo nuevas reglas para reducir la velocidad y la potencia de los autos del Grupo A. Estos habían remplazado a los famosos Grupo B desde 1987, sin embargo el avance de la tecnología hizo que los Grupo A fueran cada vez más y más rápido. Uno de los principales cambios fue la inclusión de una brida en el turbo para restringir su potencia.

Pero veamos primero como funciona un turbocompresor:
El turbocompresor tiene como misión forzar la entrada de mayor cantidad de aire a la cámara de combustión del motor, causando una mayor explosión y por lo tanto, produciendo mayor potencia. La brida de 34 mm, que tenía forma de embudo, disminuía la entrada de aire, con el objetivo de reducir la potencia producida por los motores, en este caso a 300 CV.
Esto estaba estrictamente regulado y controlado por la FIA, que en cada rally se encargaba de verificarlo. Subaru, Ford, Mitsubishi y Toyota siempre pasaban las inspecciones sin problemas.

Ejemplo de un turbocompresor

Ejemplo de una brida
Entonces, ¿en qué consistía esta trampa? Voy a intentar explicarlo con la mayor claridad y simpleza posible. Para ello les dejaré un esquema en el cual se comparan la versión legal con la ilegal, con el detalle de todas las partes implicadas en el sistema.
Como vimos anteriormente, el turbocompresor tiene una entrada de aire, lo cual permite que este llegue a la cámara de combustión y ayude a producir mayor potencia. La brida se coloca en esta entrada de aire, disminuyendo su tamaño y, por lo tanto, el flujo que se dirige a la cámara de combustión. De esta manera se reduce la potencia que es capaz de entregar el motor.
En el esquema de abajo, encontramos en la parte superior el dispositivo legal. Así tal cual era el sistema utilizado por todos los equipos y así se encontraba dicho dispositivo en el Toyota cuando era extraído para ser inspeccionado por la FIA. Cuando este se instalaba en el auto, la manguita de goma (Rubber Hose) que conectaba el turbocompresor a las tomas de aire del auto tenía un refuerzo de acero segmentado (Segmented Steel Cuff), que mantenía dicha manguita intacta. Hasta aquí todo normal.

En la parte inferior del esquema vemos el dispositivo ilegal. Este se diferenciaba en que los anillos de metal del refuerzo de acero, en el momento de instalarse y encajarse en el turbocompresor, empujaban una serie de resortes en forma de arandelas (Bellville Washers), cambiándolos de posición. Con este cambio de posición, la brida se desplazaba unos 5 milímetros. Uno pensará que no es gran cosa, sin embargo estos 5 milímetros lograban abrir otros canales de aire. Siguiendo el efecto Venturi, un fluido de gas constante disminuye su presión cuando aumenta su velocidad al pasar por una zona de sección menor. De esta manera la presión del aire se hace más negativa, por lo cual se genera un fenómeno de succión, permitiendo la entrada de este aire por los nuevos conductos. Se conseguía así una mayor entrada de aire al turbocompresor, cuantificada en un 25%. Este 25% más daba una ganancia de aproximadamente 50 CV, la cual era bien significativa.

Esquema explicativo sobre el funcionamiento de la "trampa" y las diferencias con el dispositivo legal
Así llegamos a la segunda pregunta, ¿cómo hacía Toyota para enmascarar esta trampa? Cuando el dispositivo era extraído del auto para la inspección, este se encontraba en su configuración legal. Cuando se instalaba en el turbocompresor, actuaba el sistema de resortes que producía el desplazamiento de la brida, abriendo los nuevos canales para el paso del aire.
Cuando estaba en el auto en marcha, el sistema era ilegal. Cuando era extraído, era legal. Simplemente brillante.

Y todo esto nos lleva a la tercera pregunta, ¿cómo la FIA logró descubrir la trampa? Esa pregunta todavía no ha podido ser respondida. Se trataba de un dispositivo imposible de ver en un control rutinario, por lo tanto la FIA debía tener alguna información previa para poder ir a descubrirlo. Se cree que pudo haber un soplón que desvelara que había algo fuera de lo normal, sin embargo esto fue negado por Gabriele Cadringher, director técnico de la FIA por aquel entonces.
El propio Cadringher, en un programa de la TF1 francesa a finales de 1995, comentó que las sospechas empezaron en el Rally de Australia por dos motivos: uno, por el rendimiento de Toyota en dicho rally; y dos, porque se vio que habían cambiado por completo el diseño del turbocompresor y la brida. Eso les llevó, con el beneplácito del presidente de la comisión de rallyes de la FIA Guy Goutard, a realizar la inspección en Cataluña que acabaría desenmascarando el sistema.
Por su parte Didier Auriol, en dicho programa, confesó que en algunas pruebas había sentido el aumento de potencia, pero este no había sido tan significativo como para considerar que había algún truco en el auto. Por parte de la FIA se dijo que no había sugestiones que hiciesen pensar en que los pilotos estaban al tanto de tal trampa. Sin embargo, otros pilotos como Carlos Sainz o Francois Delecour dudaban de tales afirmaciones, ya que con lo estricta que era la reglamentación de aquel año, cualquier gran cambio de potencia en el motor indicaría que algo distinto sucedía.
Les dejo el extracto del programa para que puedan ver y escuchar todos los comentarios, aunque estos están en francés.


Una vez descubiertos, Toyota se encontró en graves problemas. Con efecto inmediato fueron descalificados del campeonato de 1995, retirándoles los puntos tanto al propio constructor como a los pilotos. Además, fueron suspendidos por un año, sin poder participar en el campeonato de 1996. Esto afectó a Carlos Sainz, quien había anunciado poco antes que volvía al equipo japonés para dicha temporada, teniendo que buscar acomodo finalmente en Ford.
El propio Max Mosley, presidente de la FIA por aquel entonces, alabó la ingeniosa invención, dada la complejidad del dispositivo y la sutilidad con la que lo habían instalado, siendo prácticamente invisible para los comisarios técnicos de la FIA. Llegó a decir que era el dispositivo más ingenioso que había visto en sus 30 años en el deporte motor.
Toyota Team Europe nunca negó la ilegalidad del dispositivo, aunque intentaron convencer a la FIA de que desde la directiva desconocían su existencia y que los pilotos no estaban al tanto. Presentaron una apelación para la sanción, la cual no surtió efecto. Toyota volvería al WRC en la segunda mitad de 1997 con el nuevo Corolla WRC, con el cual serían subcampeones en 1998 y campeones de constructores en 1999, antes de retirarse de la competición. Tras casi 20 años, volverían en 2017 con éxito casi inmediato, venciendo el campeonato de constructores en 2018 y este pasado fin de semana logrando el campeonato de pilotos con Ott Tänak.
En cuanto a los pilotos, Juha Kankkunen participó en varias pruebas en 1996 con los equipos regionales de Toyota, logrando 2 podios y acabando 7° en el campeonato. Para 1997 ficharía por Ford a mitad de año, mientras que en 1999 pasaría a Subaru, donde lograría sus 2 últimas victorias. Didier Auriol participó en 2 rallyes en 1996, en Suecia con Subaru y en San Remo con Mitsubishi. En 1997 volvería con Toyota para el nuevo proyecto del Corolla WRC, pasando después por SEAT, Peugeot y Skoda. Armin Schwarz logró el campeonato de Europa de rallyes en 1996, pero nunca volvió a tener un volante competitivo en el WRC.

Y hasta aquí la historia de hoy. Una historia que considero es una de las que mas me ha hecho aprender, investigando sobre el funcionamiento de dicho dispositivo de Toyota. Siempre escuché que fue una de las trampas más ingeniosas del deporte motor y ahora puedo dar fe de ello. Y estuvieron muy cerca de salirse con la suya, siendo cazados a falta de sólo una prueba para terminar el campeonato.
Esta es otra muestra más del nivel intelectual de las personas que trabajan en el deporte motor. Lástima que en este caso fuese para cometer una ilegalidad.

Pronto vendrán más historias, estamos a final de año y con muchos campeonatos llegando a la recta final, así que estén atentos.

Hasta entonces, saludos y pedal a fondo!!!

martes, 22 de octubre de 2019

Bathurst 1000, la fiesta del automovilismo australiano

En el automovilismo mundial tenemos carreras míticas, aquellas que incluso los no aficionados reconocen. El Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, las 24 Horas de Le Mans, las 500 Millas de Indianápolis, o las 500 Millas de Daytona. Pero hay una que se merece estar a la altura de todas las anteriores, sin embargo no es tan conocida por muchas. Hablo de los 1000 Km de Bathurst, que se disputó en el circuito de Mount Panorama el pasado día 13 de octubre.


La Bathurst 1000 fue la fecha número 12 de la edición 2019 del Supercars Championship australiano, una de las competiciones de autos de turismo más espectaculares del mundo. Una categoría de la que me enamoré por el año 2015 y que sigo desde entonces. Tan buena es que más adelante le dedicaré una historia especial para hablar sobre ella.

La carrera se lleva a cabo en el circuito Mount Panorama, ubicado en la localidad de Bathurst, a 200 km al oeste de Sydney, en Nueva Gales del Sur (Australia). Sin duda uno de los circuitos más espectaculares del mundo. En algunos de los videojuegos que tengo he podido probarlo y la verdad que pasar por sus 6,2 Km es una experiencia magnífica. Debe de serlo aún más manejarlo en la vida real.

Mapa del circuito de Mount Panorama
Inaugurado en el año 1938, se trata técnicamente de un circuito callejero, ya que está abierto al público cuando no hay eventos. En él se han celebrado carreras tanto de autos como de motos, ocupándose actualmente para la carrera de Supercars y carreras de resistencia de 24, 12 y 6 horas.

El circuito se caracteriza por su diseño inusual para los estándares actuales. La distancia entre su punto más alto y el más bajo es de 174 metros. Alex Prémat, habitual de los eventos de resistencia del Supercars Championship, lo describió como una mezcla entre el Nordschleife, Road Atlanta y Laguna Seca, mientras que Maro Engel, ex piloto de Supercars y participante de las 12 Horas de Bathurst, lo denominó como el Infierno Azul.

Durante una vuelta a Mount Panorama podemos encontrar todo tipo de curvas. Empezando por la parte más baja del circuito, a la altura de la corta recta de meta. Le sigue a continuación la Hell Corner (Curva del Infierno), la cual da inicio a la larga Mountain Straight que nos lleva directo a la montaña. Los Supercars pueden alcanzar hasta los 290 Km/h antes de llegar a la Griffins Bend.

Recta de meta
Hell Corner
Mountain Straight
A partir de aquí vienen una seguidilla de curvas: The Cutting, Quarry Corner, Reid Park y Sulman Park. Estas se caracterizan por su velocidad y, sobretodo, por su estrechez, teniendo los muros prácticamente encima.



La magia de la montaña de Bathurst
De ahí llegamos a McPhillamy Park, el punto más alto del circuito y el de mayor afluencia de público. Se encara de esta manera el descenso de la montaña, llegando desde el Brock's Skyline a las temidas Esses. El inicio de estas suele ser comparado con la famosa Corkscrew de Laguna Seca.

McPhillamy Park
Brock's Skyline
The Esses
The Esses
El recorrido por la montaña termina con el Forrest's Elbow, que da lugar a la larga Conrod Straight. Con una longitud de 1,9 Km, es la zona de mayor velocidad de todo el circuito, llegando los Supercars hasta casi 300 Km/h al complejo de curvas conocido como The Chase.

Forrest's Elbow
La infinita Conrod Straight
The Chase
Finalmente se llega a Murray's Corner, una curva de 90° que da lugar de nuevo a la recta de meta.

Murray's Corner, al fondo
Con palabras uno se lo puede imaginar pero, como explica el dicho, una imagen vale más que mil palabras. Para ello, les dejo un vídeo onboard del año 2015, para que vean cómo se vive una vuelta a Mount Panorama desde un Supercar.


El récord absoluto del circuito lo tiene Christopher Mies, con un Audi R8 Ultra, quien marcó un 1:59.2910. En Supercars, el récord lo tiene Scott McLaughlin, quien marcó en la sesión clasificatoria de la Bathurst 1000 de este año un 2:03.3783 con su Ford FG X Falcon. Logró batir así su marca de 2017, cuando a su vez batió la famosa "Lap of the Gods" de Greg Murphy, quien en el año 2003 había marcado un 2:06.8594 con su Holden Commodore VY.
Para que puedan deleitarse con las vueltas de Murphy y de McLaughlin, les dejo los vídeos de estos momentos tan icónicos del automovilismo australiano, además de la comparación entre el propio McLaughlin y Chaz Mostert en la sesión clasificatoria de este año.




Visto el circuito, hablemos del evento en si. The Great Race, como se llama coloquialmente en el automovilismo australiano, se disputa desde el año 1960. Las tres primeras ediciones se llevaron a cabo en el circuito de Phillip Island, pasando a realizarse en Mount Panorama en 1963. Hasta 1972, la carrera tenía una distancia de 500 millas, adoptando la actual de 1000 Km en 1973.
En un principio la carrera estaba destinada a autos de turismo, los llamados saloon cars, que fuesen producidos en Australia. Los autos se dividían en categorías según la capacidad de los motores y no había un ganador absoluto oficial, sólo ganadores por clases. Frank Coad y John Roxburgh fueron los primeros en completar los 500 Km en la primera edición, a bordo de un Vauxhall Cresta.

Vauxhall Cresta de Frank Coad y John Roxborough, ganadores en la primera edición en Phillip Island
En 1963 la carrera se trasladó a Bathurst. La popularidad de la carrera empezó a crecer de manera considerable, debido a que las marcas la utilizaban como una forma de promocionar sus vehículos. Para participar, estos tenían que ser idénticos a los que se vendían en los concesionarios. El formato de clases se mantenía, pero cada vez cobraba mayor importancia el ser el ganador absoluto. Bob Jane y Harry Firth, a bordo de un Ford Cortina GT, fueron los primeros ganadores en Mount Panorama.

Ford Cortina GT, manejado por Bob Jane y Harry Firth en 1963
Durante los primeros años, los autos pequeños y ágiles dominaron el evento. Todo cambió con la introducción de un número mínimo de paradas en boxes, lo que favorecía a los autos que más consumían como los Ford y los Holden. Ese año, Ford introdujo el Falcon GT, mientras que el año siguiente, Holden hizo lo mismo con el Monaro GTS 327. Se iniciaba de esta manera la rivalidad Ford-Holden, la cual perdura hasta el día de hoy en el automovilismo australiano.

En 1969 llegó un momento que marcó la historia de la carrera. Se producía el debut de Peter Brock, ídolo de Holden y el "Rey de la Montaña". En esa edición logró finalizar en 3° lugar junto a Des West, a bordo de un Holden HT Monaro GTS 350 del Holden Dealer Team. Tras este gran debut, Brocky lograría vencer 9 veces entre 1972 y 1987, un récord que se mantiene intacto hasta la actualidad.
Tras su muerte en 2006, pocas semanas antes de la edición de aquel año, se instauró el Peter Brock Trophy, el cual se entrega a los ganadores de la carrera.

Peter Brock, el "Rey de la Montaña"
Peter Brock Trophy
En 1973 se produjo el cambio de longitud de la carrera a 1000 km y se introdujo la regulación de Grupo C para autos de turismo. Esto hizo que los autos fuesen mejorados ostensiblemente, preparándose especialmente para la carrera, lo que favorecía a los equipos con más recursos ya que las pruebas eran cada vez más importantes. Además de Peter Brock, durante los 70 destacaron otros pilotos como el canadiense Allan Moffat, el más exitoso con Ford con 4 victorias, y el neozelandés Jim Richards, quien venció en 7 ocasiones en la montaña. Este último logró 3 de sus victorias junto a Peter Brock.

Otro de los protagonistas en esta época fue Dick Johnson. Con su propio equipo privado, Johnson era capaz de dar pelea a los pilotos oficiales en cada edición hasta que sufría problemas con su auto. En la edición de 1980 se encontraba liderando la carrera con una vuelta de ventaja. Sin embargo, en la vuelta 17, Johnson sufrió un accidente en The Cutting tras golpear una gran piedra que se encontraba en la pista. Esta fue movida por unos aficionados en estado de ebriedad, aunque se desconoce si fue hecho a propósito. Tras este abandono, un desconsolado Johnson comentaba frente a las cámaras que se había quedado sin presupuesto para poder reconstruir su Falcon, ya que había destinado todo lo que le quedaba para este intento final de ganar el evento, por lo que era el final de su carrera deportiva.


A pesar de esto, las cosas darían un vuelco en la carrera de Johnson. Tras verlo en la televisión, miles de australianos llamaron para donar dinero para ayudar a reconstruir el Falcon. Además, recibió una gran donación por parte de Ford Australia, además de recibir apoyo de fábrica. En total logró juntar 144.000 dólares australianos. Y si como de un cuento de hadas se tratase, Johnson ganó la carrera por fin al año siguiente.

Para 1985 se volvió a cambiar el reglamento, permitiendo la participación de vehículos de Grupo A. Gracias a esto, muchos equipos participantes en el Campeonato de Europa de Turismos, que se corría bajo el mismo reglamento, viajaron hasta Australia para participar en la Bathurst 1000. Fue así como se sumaron los Ford europeos, BMW, Jaguar, Nissan y Volvo se sumaron a los Ford australianos y a los Holden. Precisamente el Jaguar XJ-S de Tom Walkinshaw Racing ganó en 1985, con John Goss y Armin Hahne al volante, siendo la primera victoria de un auto que no fuese ni Ford ni Holden en casi 20 años.

Jaguar XJ-S, vencedor en 1985
Este cambio en el reglamento permitió también a los equipos australianos ir a competir al campeonato europeo. En 1987 incluso, la Bathurst 1000 fue parte del nuevo Campeonato del Mundo de Turismos, en su única temporada hasta su vuelta en 2005. Para esa edición, el trazado se vio alterado con la incorporación del Chase, debido al fallecimiento el año anterior de Mike Burgmann, la que fue la primera muerte ocurrida en el evento.

Para los últimos años del Grupo A, a principios de los 90, Nissan domino la Montaña. A los mandos de un Skyline GT-R, apodado "Godzilla", Jim Richards y Mark Skaife vencieron en las ediciones de 1991 y 1992, esta última de manera muy controversial.

Nissan Skyline GT-R "Godzilla", dominador en 1991 y 1992
El Skyline GT-R tenía tracción integral, manejo a las 4 ruedas y un motor turbo de 2,6 litros que producía 640 CV, contra lo cual no podían pelear los Ford Sierra ni los Holden Commodore. A pesar de intentos por parte de la CAMS (Confederación Australiana de Deportes de Motor) de disminuir su ventaja, esta seguía siendo muy grande. Esto generó muchas críticas entre los aficionados, quienes veían que los Nissan tenían una ventaja muy injusta, lo cual caldeó bastante el ambiente antes de la carrera. Durante esta, se produjeron grandes chaparrones que dejaron la pista en unas condiciones extremas, lo que llevó al Skyline GT-R a chocar contra otros autos accidentados. Debido a las malas condiciones, se decidió parar la carrera, llevando a los autos supervivientes al carril de boxes.
Como el líder había completado el 75% de la distancia de carrera, esta se dio por finalizada con las posiciones tal y como estaban la vuelta anterior. De esta manera Nissan, a pesar de haber chocado, era el equipo vencedor. Esto provocó la ira del público, quienes en la celebración del podio no pararon de abuchear a los ganadores. Fue así como Jim Richards, harto de la situación, no dudó en llamarlos una "manga de imbéciles", quedando el momento retratado en el siguiente vídeo:


Además, la edición de 1992 estuvo marcada por la trágica muerte del ex campeón del mundo de Fórmula 1 Denny Hulme, quien sufrió un infarto al miocardio en plena carrera. Tras comentar problemas de visión, Hulme paró su BMW M3 en la Conrod Straight. Cuando los comisarios fueron a verlo, se encontraba inconsciente y falleció en camino al hospital tras sufrir otro infarto. Hulme era gran amigo de Richards, y su muerte contribuyó de gran manera a sus palabras en el podio.


Tras la desaparición del Grupo A, la CAMS instauró el Grupo 3A y adoptó la reglamentación de los Super Touring, que gozaban de gran popularidad en Europa, dando lugar a dos categorías dentro de la carrera. En 1994 se vería el debut de dos de los grandes nombres de la historia de Bathurst, Craig Lowndes y Greg Murphy. Ambos ganaron juntos por primera vez en 1996 a bordo de un Holden Commodore, sumando por separado 6 y 3 victorias más cada uno respectivamente. En estos años también, Larry Perkins lograría 2 victorias más, situándolo con 6 en total como el tercero más ganador en Bathurst.

Craig Lowndes

Greg Murphy
Para 1996 se produjo el gran cambio en el automovilismo australiano. El Touring Car Entrants Group of Australia (TEGA) firmó un acuerdo de promoción para el Campeonato Australiano de Turismos con IMG, renombrando el campeonato como V8 Supercars. De aquí surge AVESCO, quien firma un acuerdo de para los derechos televisivos con Network Ten. Sin embargo, era otro canal quien tenía los derechos de la Bathurst 1000, el canal Channel 7, cuyo contrato duraba hasta los 2000. Al no haber acuerdo, AVESCO anunció que los V8 Supercars no participarían en la Bathurst 1000. En cambio, organizarían su propio evento de 1000 Km en el circuito, mientras que los Super Touring correrían la tradicional carrera. Esto ocurrió en los años 1997 y 1998, lo que significa que en dos años hubo 4 carreras de 1000 Km en Bathurst, siendo consideradas todas como ediciones del evento.
Finalmente en 1999, V8 Supercars e IMG se hicieron con el control de la Bathurst 1000, la cual formó parte por primera vez del campeonato australiano, cita a la cual no ha faltado desde entonces.

De esta forma se retomó el mano a mano entre los 2 grandes del automovilismo australiano, Ford y Holden. Desde 1999 hasta la actualidad, muchos grandes nombres han inscrito su nombre en el palmarés de ganadores:
Mark Skaife sumó entre 2001 y 2010 4 triunfos, logrando un total de 6 tras sus victorias en 1991 y 1992. Jim Richards sumó 2 más, logrando 7 en total, siendo el junto a Craig Lowndes el segundo más laureado en la Montaña. El propio Lowndes tras su retiro como piloto a tiempo completo, sigue participando en los eventos de resistencia y todavía está en condiciones de superar a su mentor Peter Brock. Steve Richards, hijo de Jim, logró emular a su padre en 5 ocasiones, manteniéndose aún en activo. Jamie Whincup, máximo ganador en la historia de los Supercars, logró la victoria en 4 ocasiones, en una carrera que en los últimos años le está siendo muy esquiva.

Mark Skaife

Steve Richards

Jamie Whincup
Los ganadores de la actual edición fueron el neozelandés Scott McLaughlin y el francés Alex Premat. McLaughlin, actual campeón del Supercars, tiene el récord de vuelta en la Montaña y toda una carrera por delante para lograr más victorias y situarse entre los más grandes.

McLaughlin y Premat, vencedores de la Bathurst 1000 en 2019
Quizás no es tan conocida como las 500 Millas de Indianápolis o las 24 Horas de Le Mans, pero la Bathurst 1000 es una carrera que paraliza a todo un país. Siendo o no fan del deporte motor, mucha gente en Australia conoce la carrera. La cantidad de aficionados que se congregan en la montaña durante toda la semana de la carrera es absolutamente impresionante. Es la gran fiesta del automovilismo australiano.
Y a su vez la carrera es tan dura que no basta con ser el más rápido, tener el mejor auto o ser el mejor piloto para ganar. Es la Montaña la que decide quién gana y quién se queda con las ganas.


Hasta aquí la historia de hoy, una de mucho trabajo y de mucha información para resumir. Además en Chile, donde vivo, están siendo unos días algo convulsos por lo que no he tenido la mente como para poder escribir tanto.
Pronto vendrán más historias, así que estén atentos al blog.

Hasta entonces, saludos y pedal a fondo!!!